26 abr 2012

SOMBRERO

SOMBRERO
Texto e ilustraciones de Paul Hoppe
Editorial Flamboyant, S. L., 2011 

Este libro trata de: Imaginación, aventuras, cooperación, humor, relación niño-adulto
Propuesta de clasificación documental: AMARILLO/CUENTOS
Propuesta de signatura topográfica: AMARILLO/CUENTOS/HOP/som

Quién sabe hasta dónde puede llegar la fantasía de un niño imaginando situaciones en las que un sombrero puede ser un objeto fundamental que resuelve todos los problemas.
Henry es el protagonista de esta historia. Dando un paseo con su madre, encuentra un sombrero abandonado en un banco del parque. A partir de ahí, Henry deja volar su imaginación y se siente el centro de infinidad de situaciones en las que el sombrero es el elemento mágico: le protege del sol, de la lluvia, le sirve para cazar ratones, hacer trucos de magia e incluso le salva la vida ante un enorme cocodrilo...
Pero, como casi siempre, el mundo de la fantasía es temporal y hay que volver a la realidad, Henry acaba escuchando las palabras de su madre que le recuerda que alguien puede necesitar ese sombrero. A partir de aquí, el niño es capaz de imaginar otras situaciones en las que el sombrero ayuda y soluciona los problemas de otros personajes.
La historia está dividida en dos partes claramente diferenciadas: en la primera, Henry encuentra el sombrero e imagina todo lo que puede hacer con él. En la segunda, Henry consigue algo muy difícil para un niño: dejar de ser el centro de sus fantasías y ceder el protagonismo a otras personas. La separación de las dos partes la marca la intervención de la madre, que con sus palabras consigue que el niño deje en el mismo lugar el preciado sombrero.
Paul Hoppe es el autor e ilustrador de este álbum. Nació en Polonia y estudió Diseño Gráfico y Bellas Artes en Alemania. Trabajó como ilustrador en Alemania e Inglaterra y participó en varios proyectos de animación, publicidad y series animadas. Se le concedió una beca para cursar un máster en la School of Visual Arts en Nueva York, y le gustó tanto la ciudad que decidió quedarse. Su trabajo ha aparecido en varios medios norteamericanos, como The New York Times y The New Yorker. Sombrero es su primer álbum ilustrado infantil.
El formato (cartoné, 16,51 x 20,32 cm.) permite un fácil manejo tanto para el alumnado más pequeño como para el de más edad. Es una bella historia que se puede trabajar en distintos cursos; cada uno llegará a la profundidad lectora que su edad o su nivel curricular le permita.

María MD

20 abr 2012

LA HISTORIA DE MI MADRE 
Kim Eun-Sung 
Sinsentido, 2008 

Este libro trata de: Desigualdad social, guerras, historia de Corea, relaciones familiares, relaciones sociales
Propuesta de clasificación documental: BLANCO/87
Propuesta de signatura topográfica: BLANCO/87/EUN/his


Hay que escuchar a las madres, está claro. Ellas evocan en sus vivencias la microhistoria que da sentido al devenir de nuestra vida individual, pero también a la historia que estudiamos en el colegio. Y más si, como a la madre de este libro, le ha tocado un momento decisivo: Corea, antes de su desgarro, invasión japonesa y posterior división en norte y sur irreconciliables. Es además una madre que habla claro, que confiesa sus deseos más íntimos, sus miedos y sus preferencias personales, y que nos deja con deseo de más, pero con una idea nítida de la vida en su tierra.
Pero también hay que escuchar a las madres cuando nos aconsejan lo que no queremos oír. La de la autora se sorprendió de que su historia se contara con un cómic, pues no lo creía posible. Yo, visto el resultado, también comparto la sorpresa y añado la decepción. Los dibujos son simples, confunden, pues no permiten distinguir bien a los personajes, ni los paisajes y ambientes... Ese uso excluyente del negro y el blanco no tiene ninguna finalidad específica, así que no se justifica.
Todo lo que esta madre tiene que decir habría resultado más atrayente en una narración pura, o bien acompañada de determinadas imágenes que aclararan colores y tonalidades del ambiente de la historia. El género es importante, porque provoca expectativas, y es una lástima que la poca pericia en el apartado gráfico estropee un material narrativo del máximo interés. Insisto: escuchemos a las madres.

Lorena