24 dic 2012

LAS MONTAÑAS BLANCAS

LAS MONTAÑAS BLANCAS
(Trilogía de los trípodes I)
John Christopher
Oxford (El árbol de la lectura), 2011.


Este libro trata de: Aventuras, ciencia-ficción, crecimiento personal, personajes fantásticos, libertad, sociedad
Propuesta de clasificación documental: BLANCO/847
Propuesta de signatura topográfica: BLANCO/847/CHI


         Una saga de ciencia ficción reaparece de nuevo de la mano de la editorial Oxford. Una saga más de las tantas que se ofrecen en el mercado de la literatura juvenil, pero no por ello menos interesante, ya que, aparte de entretenida y fácil de leer, tiene el honor de ser, seguramente, “madre” de muchas de las historias fantásticas que se publicaron después de su edición en 1967. Así que, también, seguramente, muchos de los que hoy son padres o madres la hayan leído y puedan recomendársela a sus hijas e hijos.
Estamos, por lo tanto, ante un clásico del género de ficción, la Trilogía de los Trípodes, integrada por  tres novelas: Las montañas blancas, que es la que comentamos aquí, La Ciudad de Oro y de Plomo y El Estanque de Fuego.
A las personas adultas que la lean por primera vez o la relean nuevamente, Las montañas blancas les parecerá que está a medio camino entre dos clásicos del cine: La guerra de los Mundos y Matrix. Parece que bebe de una y ha inspirado a la otra. Con ellas tiene en común el conocido tema del control de los humanos por fuerzas extraterrestres, encarnadas en máquinas gigantescas con forma de trípodes que incrustan una placa metálica a todo ser humano cuando cumple la mayoría de edad. Su excusa es que, tras un periodo apocalíptico en el que la raza humana casi se extermina a sí misma, hombres y mujeres deben ser tutelados para que la historia no se repita. Pero de la tutela se llega a un control perverso, porque los Trípodes tienen otras intenciones.
       Esta coincidencia con el cine no es casual, ya que la trilogía fue llevada a la televisión británica en una serie con bastante éxito, en 1983 y hubo un intento de llevarla también a la gran pantalla. No sería la primera vez que una novela de este autor inspirara una película.
      Aquel lector o lectora, con afición por este género, que comience la lectura de Las montañas blancas, no podrá ya desengancharse porque Jonh Christopher, seudónimo de Samuel Youd, no pierde tiempo, ni da rodeos, en ofrecer los principales ingredientes de la intriga en los dos primeros capítulos: un mundo casi medieval dominado por extraterrestres; un joven protagonista, Will, que se rebela, huyendo, cuando ve que su mejor amigo se convierte en un ser sin voluntad porque le insertan la placa; un misterioso “vagabundo” que le abre los ojos a Will, y algún que otro imprevisto más sazonan un arranque de la historia que en seguida nos envuelve y nos engancha.
       Aventura, ciencia-ficción, enseñanza, reflexión desde una perspectiva optimista y de sana rebeldía…todo ello nos ofrece esta saga recuperada de nuestra memoria más reciente.

Alberto

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