Rébecca Dautremer
Editorial Kókinos, 2007
Este libro trata de: Sentimientos. Amor. Relaciones personales. Relaciones familiares
Propuesta de clasificación documental: AZUL/835
Propuesta de signatura topográfica: AZUL/835/DAU/ena
Salomé es la protagonista principal de este relato ilustrado que trata de acercar a la primera infancia el complicado mundo del amor. Desde el momento en que la protagonista le cuenta a su madre que su amigo Ernesto no para de pegarle y meterse con ella, su madre comenta: ¿Será que Ernesto está enamorado? Ella parece no tener idea de lo que es sentirse enamorada y a partir de ahí van surgiendo un sinfín de versiones, página a página, de sus amigos y amigas, unas de carácter realista, otras más abstractas, conservadoras, soñadoras… utilizando un lenguaje sencillo, popular, poético…y manteniendo una estructura constante a lo largo del relato, ya que siempre aparece en la página de la izquierda la opinión de sus amistades. De todas formas, la protagonista no parece identificarse con ninguna de esas versiones (siempre aparece en la página derecha) y lo que le dicen del amor parece no tener que ver con ella. Tras la primera lectura y comentario realizados con el alumnado de cinco años en pequeños grupos, el tema del amor comenzó causando risas, vergüenzas, y un desinterés que fue cambiando a medida que nos adentrábamos en la lectura. Casi todos coincidían con las ideas que transmite la lectura, enamorarse es cogerse de la mano, besarse, quererse…o con las ideas que viven en su familia, casarse un hombre y una mujer, tener hijos…, fiel reflejo de la transmisión de valores propios de cada familia. La lectura de este cuento ha tocado el tema afectivo de forma inesperada y algunos de los niños y niñas relataron con tristeza que sus padres y madres ya no estaban tan enamorados, que no se daban la mano… Consideran (al igual que la protagonista) que el amor no es cosa de niños, es de mayores y les queda un poco lejos; por eso considero que la lectura de esta obra está más indicada para niños y niñas un poco mayores (8-9 años) que se identifiquen más con el amor que puedan sentir hacia otras personas y no por el que vivan las personas adultas.
Mª José
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