17 sept 2009

LA PRÓRROGA

LA PRÓRROGA
Jean-Pierre Gibrat
Norma, 2003

Este libro trata de: Guerras, Amor, Vida rural, Desplazados
Propuesta de clasificación documental: BLANCO/87 Propuesta de signatura topográfica: BLANCO/87/GIB/pro

En la Francia de 1943, Julien Sarlat es uno de tantos jóvenes reclutados a la fuerza para luchar en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Pero rebelándose ante un destino impuesto, Julien se niega a entregar su vida a una causa que considera suicida y decide saltar del tren que le conduce al frente poco antes de que éste sea bombardeado por los alemanes. Se convierte en un desertor y con ello consigue una tregua, un periodo de prórroga para regresar a su pueblecito natal, Cambeyrac, y para retomar su historia de amor con Cécile. Mientras todos sus vecinos le dan por muerto, él continúa su vida en secreto, oculto en un edificio abandonado. Desde su escondite, Julien se convierte en un atento observador del discurrir de la vida cotidiana de su pueblo y, junto a él, somos testigos de las experiencias de sus habitantes durante el período de la Ocupación: sus posturas políticas, sus disputas, su penas y alegrías. La prórroga narra la historia de un anti-héroe, de un desertor escéptico, irónico, con complejo de cobarde en ocasiones pero, sobre todo, tremendamente humano. A partir de este personaje principal, Gibrat nos propone una historia sencilla, sensible y cálida en la que no existen héroes ni villanos y en la que se consigue registrar de manera magistral el día a día de una gente que se limita a sobrevivir bajo el peso de las circunstancias. El magnífico dibujo a color y la agilidad de los diálogos permite dotar de credibilidad a unas situaciones y personajes que evitan los clichés y el encasillamiento en tipos: el incansable e idealista doctor, los milicianos colaboracionistas, los miembros de la Resistencia, los nazis represores. Finalmente, los dos volúmenes que componen el cómic pueden presumir de una cuidadísima factura, con un guión ágil y redondo capaz de enganchar al lector en un ejercicio de “intrahistoria” perfectamente capaz de servir a nuestro alumnado como material para el estudio y reflexión sobre la vertiente más humana -a menudo tan olvidada- de la Segunda Guerra Mundial.

María

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