Mauro Entrialgo
Ediciones de Ponent, 2006
Este libro trata de: identidad, infancia, relaciones familiares, crecimiento personal.
Propuesta de clasificación documental: BLANCO/87
Propuesta de signatura topográfica: BLANCO/87/ENT/dom
El autor de este capricho literario, Mauro Entrialgo, titulado simbólicamente Los domingos, nos ofrece una obra autobiográfica a modo de collage, pues en ella va hilvanando los recuerdos de su infancia sin un orden preciso, pero sí se van entrelazando entre sí diversas historias como si se tratara de una gran obra miscelánea en la que caben muchas vivencias distintas, pero que tienen un hilo conductor común: el gran poder de la memoria. Se trata de una comedieta humorística con un deje de acidez al tratar temas tan serios como la muerte, la enfermedad, la mentira, el paso del tiempo…tópicos literarios que son abordados con una vis de modernidad. Y es que al autor le asaltan los recuerdos de su mundo infantil en ese día de la semana – el domingo – en el que el ánimo se deja arrastrar por esas pequeñas cosas cotidianas intranscendentes (el cine, el fútbol, la comida en familia…), por lo que siempre nos queda un hueco para la evocación nostálgica. Estructuralmente, el texto se divide en dos partes bien diferenciadas por el lector, pero nunca marcadas de forma explícita en la lectura. La primera de ellas funcionaría a modo de presentación de esta topografía emocional, teniendo como eje central la memoria, o más bien la importancia de la pérdida de la memoria (su abuela, por ejemplo, tenía Alzehimer) pues con ella se pierde la propia identidad y los recuerdos desaparecen en sus detalles.
La segunda parte evoca sus recuerdos hasta los seis años con un tono un tanto más traumático pues, a pesar de recordar sus maravillosas estancias en la casa familiar de Armentia, los temas son más cercanos a las meditaciones de un niño que empieza a despertar a la realidad dolorosa de la vida: las enfermedades agónicas, el odio hacia una hipócrita educación clerical, las mentiras de la existencia de los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez…hechos que conformarán su futura personalidad. A pesar de todo, él nos confiesa que tuvo una infancia feliz. Aparentemente, se trata de un libro infantil, pero no lo es por la profundidad de los temas que aborda. Es una lectura para adultos con sensibilidad histórica de los años 60 – 70; o una lectura educativa para nuestros adolescentes entre 10 y 14 años. Es una edición preciosa de Ediciones de Ponent, en la que se alternan unos hermosísimos dibujos en tonos predominantemente pastel, con un texto ágil, ameno, pero de gran complejidad en sus ideas.
Marta Elena
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