Texto de Jeanne Willis
Ilustraciones de Tony Ross
Editorial Ekaré, 2005
Este libro trata de: Animales humanizados, imaginación, ruptura de estereotipos
Propuesta de clasificación documental: AMARILLO/CUENTOS
Propuesta de signatura topográfica: AMARILLO/CUENTOS/WIL/gor
Autora e ilustrador, de común acuerdo, nos presentan este relato dando todo el peso de la narración a la cubierta, en la que aparece un gorila amenazante; sobre él, el título en un rojo intenso al igual que su boca, para que no quede duda de lo que hay en su interior.
El cuento trata de una ratita que ha perdido a su bebé; pronto aparece en escena un gorila que determina el sentido de la narración, sin dar opción al lector de darle otro enfoque. El resto de personajes poco tienen que hacer ante esta amenaza, como queda patente en las expresiones de sus rostros. Esto lleva a la ratita a cambiar su idea inicial.
El texto, cargado de imaginación, utiliza las mismas frases, de forma que siempre sabemos lo que va a preguntar y responder cada personaje lo que hace que los niños y niñas participen con facilidad de la narración, aunque manteniendo siempre latente el tono inquietante hasta donde se supone se va a producir el desenlace con una ilustración idéntica a la de la cubierta, pero…a partir de aquí adquiere otro rumbo.
Juega un papel importante el color, en tonos pastel, ya que contrasta con la agresividad del texto, suavizándolo, dando un respiro a la acción y un margen de confianza, añadiéndole además mucha imaginación en sus detalles. También vemos signos evidentes del estilo del ilustrador: el humor y lo que él define en una entrevista como “la buena educación” (el panda utiliza plato y vaso para comer); juega con el tamaño de los personajes para mantener aún más las distancias entre ellos, al mismo tiempo que describe paisajes, conocidos por los lectores, fieles a la realidad. La tipografía también cambia, aumentando o disminuyendo de tamaño según aumenta o disminuye el riesgo de la ratita.
La reacción de los niños y niñas al ver el libro fue un “¡Oooh!” unánime, pero estaban impacientes porque lo abriera, pues es un tipo de cuento que gusta a los más pequeños, al existir una descompensación de fuerzas que da interés a la trama, aunque al añadir elementos fantásticos saben que las situaciones pueden dar un giro en cualquier momento.
Marisa
Marisa
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